lunes, 18 de junio de 2018

LAS CASTAS Y LA TRIMURTI EN LA INDIA


Nada en el mundo me aventaja.
 
Como las perlas al collar ensartadas
todos los seres de mí dependen.
 
Yo soy la luz en el sol,
la plegaria en los libros sagrados,
el aroma en las flores,
el esplendor en la luz,
la vida en todas las cosas
y la eterna semilla del universo.
 
Yo soy el espíritu de la creación,
su principio, su medio y su fin.
 
En cada especie soy la más noble:
entre los astros soy el sol;
entre los elementos, el fuego;
entre los montes, el Himalaya;
entre las aguas, el Océano;
entre los ríos, el Ganges;
entre las serpientes, la eterna serpiente
que se enrosca alrededor del mundo;
entre los caballos,
el que nació de la espuma del mar;
entre los conductores de carros
soy el conductor de los carros celestes,
y entre las palabras soy la palabra divina

Yo soy la penitencia de los ascetas,
la regla de acción de los que desean la victoria,
el silencio de los secretos,
la ciencia de los sabios
 
¿Qué más he de decirte de esta ciencia infinita?
 
Cuando hube hecho descansar todas las cosas
sobre una sola porción de mí mismo,

el mundo quedó constituido.

Esas elocuentes palabras las dirige en el Bhagavad Gita el dios Krishna al joven Arjuna, quien embriagado por el celestial favor pide imprudente al dios de los ojos de loto que le permita contemplarle en su forma soberana. Cediendo a sus deseos, Krishna se trasfigura.

- Si en el cielo (dice el poema) brillase de improviso la luz de mil soles, sería comparable al esplendor de ese dios magnánimo...

Entonces, lleno de estupor, erizados los cabellos, el guerrero humilló la frente, juntó tembloroso las manos y adoró.
 
Luego, inclinándose poseído de religioso terror, dijo:
 

domingo, 17 de junio de 2018

EL MITO COSMOLÓGICO Y LOS RITOS FUNERARIOS


 
Este mito nace de la idea de que el Ser Supremo, en su inaccesibilidad, delega sus funciones creadoras en subordinados.
 
Este tipo de mitología entraña la representación de un drama, de acciones y cantos que han de ser inmutables para que tengan eficacia, pues son el remedo exacto de los que legaron los dioses. Se trata de renovar y de infundir vida al orden existente de cosas por medio de la liberación de la energía que hay en la fuente original del mundo.

El mito de las estaciones es propio de las comunidades agrícolas. Su base consiste en la noción de que se ha de conservar la sucesión de las estaciones, en el orden prescrito, a fin de que la naturaleza conserve la vitalidad que produce los frutos de la tierra. En el mito se repiten las palabras y métodos que se supone que empleó el Creador, por medio de las cuales se mantiene el proceso de fertilidad que cobró impulso en la época primigenia.

Por lo regular, sobre todo en el Próximo Oriente antiguo, donde existe gran riqueza de este género de mito, el drama estriba en la lucha de los dioses benéficos con las fuerzas maléficas, por ejemplo, el ciclo de Tammuz, el de Marduk, Aliyán, Osiris, etc.

De todo lo anterior se desprende que el mito y el ritual están íntimamente unidos, pues para que aquél sea eficaz, éste ha de cumplir con exactitud determinados actos y repetir de modo puntual ciertas palabras, única forma de que el mito alcance el grande y permanente significado que tiene en la organización religiosa, ética y social del grupo étnico.
 

viernes, 15 de junio de 2018

LA LEYENDA DE ISIS


De Michelet es esta preciosa descripción de la leyenda de Isis, que nosotros no podemos atrevernos a redactar después de haberla escrito tan magistralmente este célebre filosofo.

«Pero nada es durable. ¿Cómo desconocerlo? Todo muere. El Nilo, padre de la vida, se seca. El sol está fatigado, descolorido: ha perdido sus rayos. El vivo sol de bondad que sembró su fruto en el seno de Isis pudo crearlo todo en él, todo menos el tiempo, menos la duración.


«Una mañana desaparece Ha sido inmolado por su cruel hermano Tifón que ha dispersado sus miembros. El honor del hombre, su orgullo y su fuerza, su virilidad, han sido cruelmente cortadas.

¿Y dónde se hallan los pobres restos? Por todas partes; en la tierra, en las olas. El mar los lleva a Fenicia.»

Aquí salimos ya de las fábulas. Es la viva realidad, un recuerdo poderoso de las mutilaciones que se hacían (y se hacen) para preparar en los mercados de falsas mujeres a jóvenes eunucos que se vendían en los serrallos de Oriente. Fenicia fue durante muchos años el centro de esta venta.

»Isis vuela mesándose los cabellos en busca de su Osiris. Este dolor africano, sin par en su sencillez, abandonado y sin orgullo, confía a la naturaleza entera el cruel tormento de la viuda, su pesar, su ardiente deseo, la desoladora impotencia en que vive sin él.


LA MAGIA EN EL ANTIGUO EGIPTO


Los magos egipcios, además de poseer, como los caldeos, muchos secretos para sorprender a la multitud, tenían grandes conocimientos astronómicos y meteorológicos que les permitían adivinar los fenómenos naturales, dándose aires de haberlos producido, con lo cual parecía que les estaba sometida la naturaleza y hasta la misma Divinidad, como acontecía con los magos de la India.

Creían los sacerdotes egipcios, o más probablemente aparentaban creer que los dioses debían indeclinablemente acudir cuando los evocaban llamándolos por su nombre, de donde provino la mágica virtud atribuida a ciertas fórmulas de encantamientos, cual si toda la eficacia de ellos pudiese depender de la elección de las palabras.

Es bien sabido y perfectamente demostrado por muchas esculturas e inscripciones que han venido a corroborar el testimonio de antiguos escritores, que los egipcios se dedicaron con mucho ahínco a la astronomía, ciencia en la cual llegaron a hacer grandes progresos; pero abusaron de ella cultivando la astrología a adivinación por medio de los astros, así como exagerando por vanidad las fechas de sus anales, han merecido que la crítica moderna condenase su vanidad diciendo que los miles de siglos por ella inventados no son más que leyendas calendarías.

LOS CASTA SACERDOTAL EGIPCIA


Homero habla en su Ilíada del viaje anual que los dioses hacían desde el Olimpo a Etiopia; más se ha hecho observar muy oportunamente que las naciones antiguas designaron con este nombre así  a África oriental. Sea como sea, los egipcios conocieron como los orientales el sistema de castas, dividiéndose en las de sacerdotes, guerreros, labradores y comerciantes y la grande influencia que tuvo entre ellos la primera recuerda hasta cierto punto el poder exorbitante que tuvieron en Etiopia los sacerdotes, poder que rayaba, según se ha dicho, en verdadero despotismo.

En Egipto tenían la pretensión de haber recibido de Isis la tercera parte del territorio y la misión de custodiar el tesoro de las verdades científicas, lo cual unido a su poderosa organización, en cuya virtud estaban todos adscritos a determinados templos formando corporaciones constituidas jerárquicamente bajo la presidencia de un pontífice hereditario, les aseguraba el predominio en aquella sociedad en donde hasta el mismo poder real estaba a ellos subordinado.

Sus colegios tenían suma autoridad y a ellos iban todos a consultar acerca de los casos arduos y trascendentales, sobre todo a los de Menfis, Tebas y Heliópolis.

Vivían con excesiva austeridad; pero solo ellos y el rey bebían vino y no pagando contribución alguna por sus tierras cobraban el diezmo de las demás.

RA, AMÓN, MUT Y KHONSU


La mitología egipcia no parece más indígena que la lengua, ya que se encuentran en ella el simbolismo, el culto y la filosofía del Asia primitiva.
 
El fetichismo, tan natural a los pueblos africanos o por lo menos un naturalismo grosero fue probablemente el más remoto comienzo de la religión profesada en el valle del Nilo.
 
El sol, dispensador de la luz y de la vida, fue allí particularmente venerado; cuando sus adoradores se hubieron elevado a la concepción abstracta de la Divinidad, vieron su símbolo en el astro del día.
 
La palabra con la cual manifestaban la idea de Dios, Neuter, significa al mismo tiempo renovación, porque la renovación diaria del sol, prenda de eterna juventud, les parecía ser el atributo propio de la divinidad que el astro personificaba a sus ojos.
 
La salida y la puesta del sol, su nacimiento, su viaje diurno, su desaparición en el horizonte occidental del cielo, su paso nocturno por el Amenti o región infernal y su reaparición en el horizonte oriental del cielo, constituyen la trama de todo el drama mitológico de los egipcios.

En este drama solar todos los personajes del panteón desempeñan su papel menos uno, Ptah, que es precisamente el dios que Manetón coloca a la cabeza de la dinastía divina, y es que en efecto Ptah representa el poder cosmogónico creador del mundo a quien se llama en los textos: «el padre de los principios, el creador del huevo del sol y de la luna» y que su nombre significa "abrir" en egipcio como en hebreo. El dios abstracto de los egipcios es un ser único, sin segundo, infinito, eterno; de él depende lo que existe y lo que no existe; no se conocen ni su nombre ni su forma, tales son las palabras textuales de aquella teología.

 

lunes, 11 de junio de 2018

MEGALITOS: DÓLMENES, MENHIRES Y CROMLECHS


La época neolítica, que pone los cimientos de nuestra actual civilización, es más rica en descubrimientos de naturaleza religiosa. El hombre neolítico está organizado socialmente, es agricultor o pastor y efectúa constantemente nuevos descubrimientos útiles; vive en aldeas y reserva a menudo las cuevas para fines de inhumación.
 
El Neolítico se caracteriza por dos hechos fundamentales: el magnífico pulimento de la piedra, que rinde instrumentos muy eficaces y bellos, y la erección de grandes estructuras pétreas de destino sepulcral o, en algún caso (Jericó), civil.
 
El Neolítico duró más tiempo en Europa que en el Próximo Oriente, en el que, sin embargo, ofrece más matices. Antes de referirnos a sus interesantes consecuciones en el último, resumiremos los datos que la arqueología proporciona acerca de la religión neolítica en las culturas europeas. Todos apuntan a la existencia de un culto religioso desarrollado. Por analogía, cabe inferir que las creencias del hombre de entonces serían muy semejantes a las de los pueblos primitivos actuales que están aún en la Edad de Piedra.

La disposición de las tumbas revela el culto a los muertos y los detalles de la inhumación, la fe en la supervivencia del alma. El cadáver se colocaba en el sepulcro con las piernas dobladas sobre el pecho o se ponía de lado, con una mano debajo de la cabeza, actitud de reposo, como si fuera a despertar de un momento a otro a una nueva existencia.

 

SERES SUPREMOS Y SACRIFICIOS

 
Existe, desde los tiempos más remotos,  un desarrollo religioso que empieza a concebir ideas sobre espíritus, fantasmas de los difuntos, antepasados y dioses, de carácter animista. Existe, pues, una abstracción en determinadas creencias, fruto de emociones y anhelos humanos, que relacionan animales, fenómenos de la naturaleza, formas, accidentes del terreno y sucesos extraordinarios con seres míticos y espíritus, con facultad de alterar el curso de los acontecimientos y, por lo tanto, el destino de las personas.
 
Los seres incorpóreos adquieren vida semejante a la de los hombres. Esta personificación de lo sobrenatural, y su asociación a lugares, circunstancias y objetos, crea una jerarquía de espíritus, héroes y dioses, dotados de voluntad para ejecutar los designios buenos o malos de la divinidad, hasta que adquieren atributos e individualidad, y funciones especializadas para dirigir ciertos aspectos de la existencia del hombre y de la naturaleza. Y el humano puede congraciarse con ellos por medio de ritos cada vez más precisos, combatirlos o hacerlos inocuos.
 
Los seres míticos, héroes o antepasados prescribieron leyes y cultos que deben respetarse para siempre. Antes de desaparecer, dejaron huella de su paso en lugares sagrados, a los que el grupo social debe el carácter de sagrado. En este caso, el ritual no procede del mito, sino de la existencia de los sitios venerados, que el conjunto mitológico originó.
 

RELIGION DE LOS PUEBLOS PRIMITIVOS


Se entiende por "pueblos primitivos" los grupos humanos de costumbres y usos más antiguos que es posible conocer. Aquí se distingue, por lo tanto, "primitivo" de "prehistórico" en el sentido de que son lo primero aquellos pueblos que han conservado, a través de las edades, condiciones de vida y de habitat que apenas se diferencian de las que hubo en los períodos paleolítico y neolítico.
 
En Norteamérica, Oceanía, África, Indonesia, Australia y en otras partes de la Tierra existen actualmente conjuntos de hombres que, por haber sufrido escasos cambios en su modo de vida y sus concepciones religiosas, merecen tal calificativo. Sin embargo, como se topa con no pocas dificultades en sistematizar de modo lógico el material que tales grupos proporcionan, debido a la infinidad de matices que se da incluso dentro de una misma cultura, será necesario presentar unas nociones generales y básicas de este género o géneros de religión, antes de proporcionar un cuadro somero y concreto de las creencias de cada entidad étnica.
 
Los historiadores de la religión están de acuerdo, por lo regular, en que el número de sistemas religiosos es muy reducido, en que cada uno de ellos suele presentar dos tendencias y en que, salvo en el caso de las religiones reveladas o debidas a un fundador, son el resultado de un movimiento sincrético. La escasez de ideas religiosas es algo comprobable y lo único que varía es la forma de su expresión o la singularidad del culto y ceremonias a que dan pie.
 

RITOS EN LA PREHISTORIA


 
Ante todo, no es posible definir el concepto o idea que el hombre prehistórico tenía de Dios.
 
Los restos culturales que de su actividad se conservan permiten sólo colegir que tuvo impulsos religiosos, e inducir algunas de sus creencias mágicas, espirituales y ultraterrenas, de la comparación con las correspondientes a los pueblos primitivos actuales. Las tumbas, pinturas y documentos plásticos y monumentales son muy útiles en este sentido.
 
Del Paleolítico inferior, la edad prehistórica más remota, se conservan contados restos humanos fósiles, que se han descubierto en distintas partes del mundo, sobre todo en África.
 
El Paleolítico medio suministra numerosos elementos de conocimiento sobre la existencia de un tipo humano muy difundido: el hombre de Neanderthal. El estudio de los vestigios que ha dejado proporciona algunos detalles en lo que concierne a la religión. Enterraba a los muertos yacentes y disponía instrumentos de piedra junto a ellos. Los esqueletos tienen la cabeza apoyada en el antebrazo derecho o están en posición fetal, es decir, con las extremidades replegadas sobre el cuerpo, especialmente sobre el pecho, y sujetas con ataduras. Cerca de ellos, se han descubierto cráneos y fémures de animales, cuidadosamente acumulados, como si obedeciera a una intención ritual, lo mismo que el conjunto de los hallazgos.
 

domingo, 10 de junio de 2018

COSTUMBRES SAGRADAS Y EL CULTO A LA MUERTE EN NORTEAMÉRICA


Cuanto manifiesta misterio, vida, poder y divinidad, es decir, lo sagrado, aparece en Norteamérica con diferentes nombres y expresiones.

 
Los sioux llaman wakonda, "poder que mueve", a todo lo que escapa a la comprensión, paralelo al orenda (fuerza mística, dotada de voluntad e inteligencia) de los iroqueses.
 
Los algonquinos orientales dan el nombre de manitú a lo que pudiera equipararse a un dios personal. Algunas tribus indias norteamericanas tienen la certeza de que ciertos animales, que se aparecen a los muchachos durante los ritos de iniciación, están dotados de poderes sobrenaturales.
 
Es su auxiliar secreto (nagual), que le guía como él desea; para relacionarse más íntimamente con tal criatura, el futuro guerrero lleva sobre sí una imagen de su colaborador o la pinta en los lugares más frecuentados. Como la necesidad o el hambre pueden obligarle a matar a su guardián, compensa su muerte con el rito de admirar y venerar a la víctima.
 
Los alaskianos no suelen excusarse por la muerte del animal. Los animales no son los únicos hermanos del hombre. Cualquier objeto que denote la fecundidad se interpreta como símbolo de vida. Si muchos pueblos americanos sacrifican animales prohibidos, en ceremonias destinadas a acrecentar su proliferación, otros, como los indios Thompson (Columbia Británica), consumen raíces, bayas y otros frutos de la tierra después de hacer ofrenda de sus primicias en medio de oraciones adecuadas.
 

sábado, 9 de junio de 2018

LOS INCAS, SUS TEMPLOS Y CEREMONIAS RELIGIOSAS


La religión inca se conoce de modo imperfecto, como la mayoría de las que existieron y existen en el hemisferio meridional. Ello se debe principalmente a dos factores: la complejidad de sus formas y expresiones religiosas, y la escasez de fuentes de información. El estudio de las creencias andinas se basa de manera exclusiva en las representaciones artísticas, los elementos folklóricos y las crónicas redactadas en el período español. No obstante, los datos suministrados permiten llegar a conclusiones de diferente solidez.
 
Ante todo, muestran que en el imperio inca hubo dos estratos religiosos y sociales: uno popular, cuyos cultos se refieren a las fuerzas de la naturaleza y a una legión de espíritus locales; y otro aristocrático, intelectual, con nociones y creencias que, al parecer, se mantuvieron secretas.

Acostumbra darse por sentado que Pachakutec, fundador del imperio inca (reinó entre 1438 y 1471), organizó la religión aristocrática y la sobrepuso a la popular. Sus súbditos hubieron de aceptarla, pero la imposición no implicó que tuvieran que renunciar a la religión propia.
 
Dioses, sacerdotes y vírgenes

Ocupaba la cima del panteón inca un dios abstracto, que no se representaba plásticamente, ni recibía ofrendas, puesto que el universo entero le pertenecía. Era un ser indefinible e inconcebible llamado Wiraqocha o Pachacamac, nombres que son síntesis de otros tomados del uso religioso popular. A pesar de su inaccesibilidad, se interesaba por los asuntos de los hombres, quienes le dirigían plegarias mentales y le veneraban por medio de la adopción de una postura respetuosa.

LOS AZTECAS, SUS DIOSES Y CREENCIAS RELIGIOSAS


Los conquistadores aztecas acostumbraron incorporar a su panteón los dioses de las gentes vencidas y, por ello, las naciones vecinas los consideraban los más religiosos de los hombres.
 
Al llegar los españoles, México encerraba muchos pueblos agrupados en estados de distinta importancia. El más notable de ellos era el imperio azteca, de formación muy reciente, en el que no sólo había ciudades propias, sino otras sometidas, mejor, dependientes por el hecho de que pagaban un tributo al gobierno central, aunque conservaban sus instituciones y la administración propias de su modo de ser.
 
A unas y otras, hay que agregar poblaciones que, sometidas a su esfera de influencia, eran en absoluto independientes. Incluso había otras dentro del mismo imperio que eran completamente autónomas.
 
El apogeo de las civilizaciones clásicas mexicanas corresponde a los siglos VII y IX de nuestra era. Tras un eclipse, México recobra su esplendor cultural hacia los comienzos del siglo XI, que se interrumpe cien años más tarde a causa de la invasión de tribus bárbaras llegadas del septentrión. Éstas se constituyen en imperio, el azteca, en fecha relativamente reciente: hacia el año 1428. La hegemonía del mismo se logró gracias a una confederación compuesta por las ciudades de Tenochtitlán (México), Tlacopán y Texcoco.
 
El señor de la ciudad de México o emperador alcanzó poco a poco el mando supremo. Alrededor de los aztecas estaban las tribus bárbaras del norte, en montes y yermos; al oeste, el reino de Michoacán, y al sur los señoríos de Yopitzinco, mandados por príncipes de cultura inferior. Más al mediodía, se hallaba el mosaico de pueblos conocidos con el nombre de mayas.

"La flor de mi corazón se ha abierto"

Así empezaba un bello himno azteca de acción de gracias. Los cantos religiosos, con acompañamiento de instrumentos musicales (flautas, tambores, batintines de madera, etc.), tenían gran importancia en la religión mexicana y revelan el gran desarrollo que en ella había alcanzado el aspecto ritual.

 

viernes, 8 de junio de 2018

EL CALENDARIO, DIOSES Y CREENCIAS RELIGIOSAS DE LOS MAYAS


En sentido estricto, el nombre de maya se refiere a los indígenas del Yucatán y a su idioma; pero el término se amplía cuando se refiere a los pueblos prehispánicos existentes en todo el territorio de los actuales El Salvador, Guatemala, Honduras, las partes orientales de los estados mexicanos de Chiapas y Tabasco, así como los de Campeche y Yucatán, y el Territorio de Quintana Roo (México).

La gran familia maya, que comprendía muchas ramas, sufrió una evolución histórica distinta según los lugares que ocupó. Nunca estuvieron sometidos sus pueblos a una autoridad política común, lo que entorpece la tarea de resumir su historia.

Tras los "premayas", que surgen hacia el 1 000 a. de J. C., y se caracterizan por la construcción de las pirámides en terrazas de Uaxacatún y Yucatán, aparecen (320 d. de J. C.) las ciudades del valle de Usumacinta, Yaxchilán, Palenque, etc., cuyas manifestaciones artísticas irradiaron hasta México.

Este período da paso a otro, un nuevo "imperio", de civilización no puramente maya, debida a la aparición de tribus llegadas del norte, de la que nacen Chichen-Itzá y Mayapán, y posteriormente Uxmal.

En medio de luchas intestinas entre las dinastías de las principales ciudades, se produjo a mediados del siglo XV de nuestra Era la dislocación de los centros mayas. En el mosaico del grupo maya figuraron pueblos como los lacandones, pipiles, nicaraos, huaxtecos, itzá, cocomos, etc., cuyas creencias religiosas, ritos y organización sacerdotal variaban sensiblemente entre sí, pero no de manera tan acusada que impida trazar un cuadro general, en el que quepan todos sin necesidad de recurrir a distorsiones.

Aparte las obras españolas del siglo XVI, y los Libros de Chilán-Balam, copias tardías de tradiciones anteriores a la conquista, las fuentes principales para el conocimiento de la civilización maya consisten en los datos que proporcionan las estelas y los restos arquitectónicos, sobre todo los templos.

 

jueves, 7 de junio de 2018

¿COMO SERÁ LA RELACIÓN DE LOS HOMBRES Y MUJERES SAGITARIO CON LOS OTROS SIGNOS ZODIACALES?


El. HOMBRE SAGITARIO con la MUJER...
 
ARIES
 
La fidelidad, el sentido de la libertad y de la responsabilidad les une en la vida personal. Pero les une tanto, o más, en su acoplamiento sexual, donde todas estas virtudes se ven reforzadas por un apasionamiento común a ambos. No hay ningún motivo para que esta pareja no logre la felicidad más absoluta.
 
TAURO
 
Si la mujer Tauro, animada por la nobleza y profundidad del amor de Sagitario, reacciona y corresponde en la misma medida, el acoplamiento sexual puede ser bueno. Pero existe el peligro de la pasividad de ella, que puede defraudar las justas exigencias del hombre Sagitario.
 
GÉMINIS
 
Quizás sea la mujer geminiana una de las parejas que mejor pueden llevarse con un hombre Sagitario. La constante inquietud de ella, su apasionamiento, pueden ser un aliciente sexual fuerte para él. Pero los celos ante la coquetería de ella son peligrosos.
 
CÁNCER
 
La entrega emocional de la mujer de este signo es muy positiva para despertar el amor de un Sagitario. Sin embargo, sexualmente no es la más indicada para hacer feliz a un hombre de este signo, que desea despertar más apasionamiento y entrega de la que ella puede ofrecer.
 

miércoles, 6 de junio de 2018

LOS DIOSES DE ISLANDIA


Los belicosos pueblos del Norte no se limitaban a hacer valerosamente la guerra a los espíritus de los difuntos, sino que hasta se atrevían a arrostrar la indignación de las divinidades superiores de su mitología, aunque solo fuese para demostrar que no había en el mundo un ser capaz de amedrentar su ánimo.
 
Bien lo prueba la singular aventura de un valeroso joven que al cruzar una cordillera de desiertas y estériles montañas en Islandia, encontró un enorme carromato en el cual llevaban un ídolo colosal de la diosa Freya, a la cual hacían viajar con todos sus tesoros.
 
La urna o santuario del ídolo estaba escondido a los ojos del público por unas grandes cortinas y custodiaba el carro una sacerdotisa de Freya, joven y muy agraciada.
 
Se cercó a ella el viajero y como iba a pie la sacerdotisa, no le disgustó tener por guía y compañero de viaje a un tan arrogante mancebo. Sucedió que al cabo de algunos momentos la conversación que éste y la sacerdotisa entablaron no fue tan del agrado de la diosa como de los interlocutores, por lo que haciendo una señal que la joven comprendió muy pronto, la mandó entrar en el santuario.

¿COMO SERÁ LA RELACIÓN DE LOS HOMBRES Y MUJERES ESCORPIO CON LOS OTROS SIGNOS ZODIACALES?

 
EL HOMBRE ESCORPIO con la MUJER...

ARIES

La mujer de este signo representa un reto apasionante para el hombre Escorpio. Rebelde, luchadora, dominante, no puede aceptar la sumisión a que intentará someterla el macho. Pero de este enfrentamiento surge también una pasión volcánica entre ambos, que puede unirlos con fuerza o provocar su ruptura violenta.
 
TAURO
 
La digna actitud de la mujer Tauro, difícilmente aceptará el avasallamiento pasional de Escorpio. Por otra parte, los celos de ambos pueden destruirlos en una lucha desgarrada. Pero su sexualidad, álgida en los dos, pudiera cegarlos en una convivencia feliz y desgraciada al tiempo.
 
GÉMINIS
 
La gran personalidad extrovertida de una geminiana despertará siempre los celos del hombre Escorpio. Pero su ardiente condición sexual le atraerá con fuerza. Y ella, con su gran sensibilidad erótica, puede renunciar a muchas de sus aspiraciones personales, con tal de recibir el amor fogoso de Escorpio.
 
CÁNCER
 
Para el hombre Escorpio, la mujer Cáncer es demasiado temerosa, demasiado soñadora. Demasiado timorata sexualmente. Son más los aspectos que les separan que los que les unen. Sobre todos ellos, el deseo de tierna protección emocional de ella, que no encontrará eco en la pasión ciega y posesiva de él.
 

martes, 5 de junio de 2018

LA MUERTE, EL WALHALLA Y EL NIFLEIM (INFIERNO) EN LA MITOLOGÍA GERMANA


Según los germanos, Odín enviaba a sus walkirias o vírgenes celestes (las apsaras de los indios) a elegir entre los guerreros tendidos en el campo de batalla a los que debían subir al Valhalla o paraíso de los valientes, mansión de eterna felicidad, en la cual los elegidos gozan de inefables delicias, comiendo y bebiendo sin tasa y librando entre sí por vía de distracción tremendos combates.

El nifleim, o infierno, es un lugar inmensísimo y sumido en lóbrega y perpetua noche, donde se hallan relegados los malos, sin otro tormento que el de las eternas tinieblas. Véase como se quiera, no deja de ser notabilísima esa concordancia de todos los pueblos en un punto tan importante como el de la sanción de la eterna justicia en lo infinito del tiempo. Los germanos ponían una moneda en la boca de los difuntos, como los griegos y los romanos, para que pagasen su pasaje al barquero que debía conducir sus almas al otro mundo.


En medio de todo, esos germanos del Norte gozaban de una singular despreocupación debida a la excesiva confianza que tenían en su propio valor.

Los héroes de sus leyendas no temían, como suele decirse, ni a Dios ni al diablo, pues así se batían con las más altas deidades de su Olimpo como con los semidioses, los gigantes, los monstruos, los espectros y los vestiglos de todo linaje y catadura, jactándose de que ninguno de esos seres extraordinarios había logrado poner espanto en sus corazones.

¿COMO SERÁ LA RELACIÓN DE LOS HOMBRES Y MUJERES LIBRA CON LOS OTROS SIGNOS ZODIACALES?


EL HOMBRE LIBRA con la MUJER...

ARIES
 
La mujer Aries quizás desborde con sus iniciativas creadoras el equilibrio sereno del hombre Libra. Pero él puede comprenderla y amarla en su fogosidad. Y puede también ser feliz sexualmente, respetando los impulsos de ella. Ambos se complementan a la perfección. Ambos son nobles en sus entregas y en su fidelidad.
 
TAURO
 
Un serio reto para el hombre Libra. La mujer Tauro lo quiere todo en su gran sexualidad. Y ya hemos dicho que el hombre  Libra se entrega completamente y busca con apasionamiento la felicidad de su pareja. Pero también quiere correspondencia, y la mujer Tauro no contesta de la misma forma.
 
GÉMINIS
 
La comprensión y generosidad del hombre Libra tendrá dificultades para aceptar la exaltada forma de ser de la mujer Géminis. Sin embargo, será ella la que más dé y menos reciba en el amor sexual. No porque Libra no dé cuanto tiene, sino porque ella necesita un amor más pasional y fogoso.
 
CÁNCER

El respeto de él y la timidez de ella serán causa de una vida sexual exigua, aunque el amor entre ellos brote espontáneo,  sincero y armonioso. Se complementan en todo, menos en su sexualidad. Si el hombre Libra entiende que la mujer Cáncer no pide por timidez, pero que desea, las cosas pueden mejorar mucho entre ellos.
 

lunes, 4 de junio de 2018

¿COMO SERÁ LA RELACIÓN DE LOS HOMBRES Y MUJERES VIRGO CON LOS OTROS SIGNOS ZODIACALES?


EL HOMBRE VIRGO con la MUJER...
 
ARIES

La improvisación, el apasionamiento descontrolado de la mujer Aries chocará siempre con el método, el orden y el  raciocinio del hombre Virgo. Y de igual modo sucederá en su acoplamiento sexual, donde ella revolucionará con sus iniciativas fogosas todos los planteamientos del hombre Virgo. Difícil unión.

TAURO

La receptibilidad de la mujer Tauro puede encontrar en el hombre Virgo el amante perfecto, siempre dispuesto a esforzarse para conseguir que ella sea feliz. Y podemos asegurar también que la mujer Tauro, con su tremenda sexualidad, puede colmar las aspiraciones pasionales de Virgo hombre.

GÉMINIS

La coquetería, el juego despreocupado y provocador de la mujer Géminis no puede ser aceptado nunca por el orden y la fría racionalidad del hombre Virgo. Ni éste, por mucho que se esfuerce, podrá complacer sexualmente el volcán incontenible de ella. Son dos signos condenados al enfrentamiento y a la incomprensión mutua.

CÁNCER

El carácter ensoñador, romántico, sensible de la mujer Cáncer puede hallar en el hombre Virgo la contrapartida que necesita, el freno a sus vaguedades, el realismo práctico. Y él, a su vez, puede hallar en ella toda la emotividad receptiva. Sexualmente perfectos complementos.
 

domingo, 3 de junio de 2018

LAS HADAS DE GRAN BRETAÑA


En los cuentos de hadas de Irlanda, se las pinta como unos genios maléficos que se complacen en robar los niños hermosos, sustituyéndolos con deformes y monstruosas criaturas y que se trasforman en horribles espectros y fantásticos animales, para amedrentar a los hombres cuya presencia las priva de entregarse en los bosques a sus habituales pasatiempos.

Esto no es decir que no se conozca también en Irlanda a las hadas benéficas, aunque no sea sino por vía de excepción, como lo prueba la leyenda de la hada a la cual llaman ellos Banshee, protectora tradicional de algunas estirpes aristocráticas de la isla, a las cuales avisa con muestras de honda aflicción cuando se acerca la última hora de alguno de sus individuos.

A mediados del siglo pasado vivía en el condado de Tipperary un hidalgo llamado Carlos Mac-Carthy, representante de uno de los más antiguos y católicos linajes de la verde Erin.

 
Era el tal un joven y arrogante mozo; mas harto propenso por desgracia a dejarse arrastrar por los placeres sensuales y sobre todo por el mal ejemplo, de modo que los excesos acabaron por ocasionarle una enfermedad que lo puso al borde del sepulcro. Su madre, que era una piadosa anciana, se asustó de tal manera al pensar que Carlos podía morir en la impenitencia final, que deshecha en lágrimas rogó a Dios que se dignase conceder un intervalo lúcido al enfermo a quien veía presa de un espantoso delirio.

LAS HADAS ¿SON MALVADAS?


¿Quién no ha oído hablar una y mil veces de las Hadas, de esos genios graciosos y amables que habitan las húmedas cavernas de los bosques, teniendo por lecho el musgo que tapiza los bordes del cristalino arroyo, por cortinas las floridas ramas de los matorrales y por compañeros los pájaros de la floresta y los animales montaraces que sumisos y cariñosos les prestan vasallaje?
 
¿Quién no ha oído relatar los maravillosos hechos de esas deidades que pueden a su antojo convertir la humilde cabaña en suntuoso alcázar y el más espléndido palacio en asquerosa pocilga; que borran con su mágica varita las arrugas de la vejez y las gracias de la adolescencia, trasformando al achacoso anciano en bizarro mancebo y a la muchacha insolente y perversa en decrépita setentona?
 
¿Quién no sabe que esas ninfas son las que llevan al cielo las almas de los niños que mueren a los pocos días de su nacimiento y las que acudiendo a la cuna del recién nacido lo adornan de las cualidades que deben hacerlo amable, feliz y respetado en esta efímera existencia?
 
Leed las tradiciones populares de Bretaña y Escocia, los cuentos del francés Perrault, los de Madame d' Aulnoy, la leyenda del sabio Merlin, los libros de caballerías, los poemas de Tasso y Ludovico Ariosto y os asombraréis del poder y la sabiduría de esos seres que unos han hecho derivar de las faunas romanas y otros de las druidesas de la Armórica.

sábado, 2 de junio de 2018

LOS ELFOS Y OTROS GENIECILLOS O ESPÍRITUS DE LA NATURALEZA


En las sagas, o canciones populares, en las cuales los escandinavos han conservado sus tradiciones, abundan los sueños proféticos, los presentimientos, las hechiceras, los enanos, los gigantes y los silfos, genios ya benéficos, ya malévolos, ya burlones, que resbalan en los rayos del sol y de la luna, se columpian en las hojas de los árboles, se mecen en la espumosa cresta de las ondas y en la nacarada corola de las flores, y atisban el paso de los viajeros en la verde espesura de los matorrales.
 
Llamaban a esos genios subalternos, personificación de las fuerzas naturales y, como hemos dicho, los había benéficos o de la luz y maléficos o tenebrosos. En la Edad media se les confundían los silfos y las sílfides,  a los cuales se representaba dotados de esbeltas y elegantísimas formas y con alas trasparentes; cuando moran en el agua se llaman ondinas y cuando habitan el fuego salamandras.

Gubernatis ha dedicado unos poéticos párrafos a esos hermosos engendros de la fantasía escandinava:

«Cuando en la clara noche los elfos danzan en corro bajo los tilos, trazan en el suelo verdes círculos en los cuales crecerán con maravilloso vigor las yerbas pisadas por sus aéreas plantas. Sin embargo, hay una que es por excelencia la yerba de los elfos, es la sesleria caerulea, que debe su nombre a su forma circular. Guardaos de ofender al árbol habitado por los elfos; no probéis de sorprenderlos en sus misteriosas guaridas; cuenta con pisar la yerba sobre la cual danzaron, sino queréis que os suceda alguna desgracia, que os ataque una súbita enfermedad o quizá la misma muerte.

Son unos duendes muy maliciosos. ¿Por ventura no chupan los dedos de los niños para impedir su crecimiento?
 

viernes, 1 de junio de 2018

LOS DRUIDAS


Curiosísimo es  el cuadro que de las costumbres y las supersticiones de los galos nos ha legado Julio César en sus magníficos Comentarios. No encontró en toda la Galia sino dos clases de hombres que gozasen de alguna consideración y eran la de los druidas (nombre que quería decir hombres de las encinas) y la de los caballeros.
 
Los primeros, como ministros de las cosas divinas, tenían a su cargo los sacrificios públicos y particulares y eran los intérpretes de las doctrinas religiosas. Gozaban por esto de un crédito inmenso que llevaba a la juventud a solicitar sus luces con sumisión respetuosa.
 
Estos sacerdotes dirimían casi todos los litigios públicos y privados, castigando con la prohibición de los sacrificios a aquellos que se negaban a someterse a su autoridad. El que incurría en este anatema inspiraba tal horror a sus conciudadanos, que todos huían su trato, se les negaba la apelación a la justicia y toda distinción honorífica.
 
Esos druidas tenían un presidente o pontífice cuya autoridad era ilimitada. A su muerte le sucedía el más eminente en dignidad y si eran varios los aspirantes lo elegían sus compañeros, no sin ensangrentar algunas veces la ceremonia con las armas.
 
En cierta época del año se reunían en un sitio consagrado en la frontera del país de los Carnutos (o país de Chartres) que se consideraba como el punto central de toda la Galia. Allí acudían de todas partes los que tenían pendiente algún litigio, sometiéndolo al fallo de los druidas.