Un mito nunca es falso. Es una representación poética de lo que sabemos, lo que sospechamos y lo que ignoramos. Cuando cambia lo que sabemos, cuando nuestras sospechas parecen encabritarse ante nuevos abismos de misterios, es natural que el mito surja nuevamente como un instrumento alquímico de nuestra inteligencia. Entre las cosas nuevas que sabemos e ignoramos al mismo tiempo, una de las más aterradoras son los Hoyos Negros.
Cómo Nace un Hoyo Negro.
Para entender como nace un hoyo negro, tenemos que conocer un poco acerca del nacimiento y la muerte de las estrellas.
Los hoyos negros son las reacciones termonucleares en el interior del Sol las que sostienen las capas exteriores y aplazan el colapso gravitatorio. En las enanas blancas es la presión de los electrones arrancados de sus núcleos lo que sostiene a la estrella. En el caso de las estrellas de neutrones, la presión de los neutrones es la que compensa la gravedad. En el caso de estrellas que hayan sobrevivido a la explosión de supernova y cuya masa sea varias veces superior a la del Sol, no hay ninguna fuerza conocida que pueda impedir el colapso.
Este colapso se acelera rápidamente, la superficie de la estrella se mueve a velocidad cada vez mayor hasta que finalmente se desliza por una fisura que ella misma ha creado en el continuo espacio-tiempo; se convierte en un hoyo negro y se desaparece de nuestra vista y de nuestro universo.
Como Actúa un Hoyo Negro. La Curvatura del Espacio.
Albert Einstein demostró que un campo gravitacional en el espacio produce una distorsión, una curvatura en un continuo espacio-tiempo que depende de la masa del cuerpo que produce tal campo. Para visualizar esta distorsión conviene pensar en el espacio-tiempo como si fuera bidimensional, por ejemplo, una superficie plana.