Se titula esta leyenda "Los dos hermanos" y se cree que fue escrita el siglo XV antes de J. C. Hacemos notar la remotísima antigüedad de esta leyenda, que sin duda hubo de trasmitirse oralmente por espacio de muchos años de una a otra generación antes de transformarla en obra literaria. Su postrera versión es de M. G. Maspero.
Erase una vez dos hermanos, llamados Anepu y Batau. El primero, que era el mayor, tenia casa y mujer y el menor vivía con él, tejía los vestidos, apacentaba los rebaños, cultivaba las tierras, trillaba el trigo y no tenia quien le igualase en todos estos oficios en la tierra de Egipto.
Cada noche conducía los bueyes a la granja, se sentaba con la esposa de su hermano, bebía, comía y se retiraba al establo. Por la mañana, así que estaban cocidos los panes, los ponía delante de su hermano y salía luego llevándose los bueyes que le decían en donde era buena la yerba, de modo que engordaron y se multiplicaron en extremo.
Cuando llegó la época de labrar los campos, dijo el hermano mayor:
- Trae las yuntas, que ya las aguas se retiraron de la tierra Ven y tráete las semillas.
Estaban pues los dos hermanos en los campos labrando y muy contentos de su tarea cuando el mayor dijo otra vez:
- Ve a casa y trae semillas.
Fue en efecto Batau a la casa y encontró a la mujer de su hermano, que se estaba peinando y la dijo:
- Dame semillas, que he de llevarlas al campo.
Y ella le respondió:
- Abre el granero y toma lo que gustes, no sea que andando vaya a deshacerse mi peinado.