jueves, 30 de agosto de 2018

EL BUDA HUMANO Y EL BUDA LEGENDARIO



El budismo posterior, que ha llegado hasta nuestros días, resulta de una transformación radical del primero, ya que ha creado su teología, mitología, magia, culto, instituciones y ritual.

Del Buda humano, que vivió, luchó y predicó en este mundo, se pasó a un Buda legendario, que había existido varias veces antes y después del auténtico. Así se desarrolló la creencia de que hubo y ha de haber múltiples Budas; por otra parte, se creyó que el histórico fue más que humano y, al propio tiempo, que el mismo fue un avatar o encarnación del sobrenatural. Éste ejecutó gran número de prodigios, aunque el Buda auténtico obró al parecer muy pocos milagros.
 
También se opina en el budismo remozado y alterado que los santos, los cuales ingresan inmediatamente en el nirvana, son sustituidos en el mundo por los Bodhisattvas, es decir, las personas que llegarán a ser Buda en una de sus vidas futuras. Para ello, irán ganando en mérito y santidad, en cada transmigración, hasta que se conviertan en un Buda igual al primero, que les sirve de dechado; además, darán nuevo impulso al budismo.
 


Entre una y otra encarnación, los Bodisattvas descansan en la gloria celestial. Los fieles aprovechan esta noción para convertirlos en salvadores y mediadores que interceden por ellos, pues escuchan sus oraciones en el cielo.
 
Los anhelos metafísicos reformistas de los budistas modernos ("modernos" en sentido relativo y actual) fructificaron en un sistema filosófico básico, que discute los problemas de la realidad, el atomismo, el idealismo, el psicologismo y el materialismo en obras de pensamiento de alto vuelo, en las que se impone poco a poco el punto de vista del monismo y del idealismo.
 
Las nuevas orientaciones se notan también en el terreno de la ética budista. El metta, sereno y despegado, se ha trocado en amor basado en la emoción o bhakti. Según esto, que implica una alteración de la doctrina del karma o de los actos, hay que hacer bien a todos y a todo, aun a costa del sacrificio de la propia vida, y transferir a los demás la gracia adquirida por los propios méritos.
 
Las stupas, o monumentos erigidos en memoria de Buda, llegaron a ser, obedeciendo al nuevo sesgo tomado por el budismo, templos semejantes a los hindúes, con imágenes expuestas a la adoración de los fieles y ritos ceremoniales, mágicos, etc.
 
 
 
 
 

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