miércoles, 11 de abril de 2018

HORÓSCOPO CHINO: EL BUEY


Años gobernados por el Buey:
 
del 19 de febrero de 1901 al 7 de febrero de 1902
del 6 de febrero de 1913 al 25 de enero de 1914
del 25 de enero de 1925 al 12 de febrero de 1926
del 11 de febrero de 1937 al 30 de enero de 1938
del 29 de enero de 1949 al 16 de febrero de 1950
del 15 de febrero de 1961 al 4 de febrero de 1962
del 3 de febrero de 1973 al 22 de enero de 1974
del 20 de febrero de 1985 al 8 de febrero de 1986
del 7 de febrero de 1997 al 27 de enero de 1998
del 26 de enero de 2009 a 13 de febrero de 2010
del 11 de febrero de 2021 a 31 de enero de 2022
 

Nombre chino del Signo: NIU
Número de orden: Segundo
Horas regidas por el Signo: 1 am a 3 am
Dirección de este Signo: Noroeste
Estación principal: Invierno
Mes principal: Enero
Corresponde al signo occidental: Capricornio
Elemento fijo: Agua Tronco: Negativo

El Buey, como su nombre lo indica, es paciente, silencioso, metódico; jamás emprende una empresa sin sopesar antes el pro y el contra. Bajo este aspecto de cabeza dura, esconde un carácter original e inteligente.

Sabe inducir a las confidencias, siendo ésta una de las claves de su éxito en la vida. Es contemplativo por naturaleza y le gusta la soledad. Puede ser partidista hasta llegar al fanatismo. En ocasiones es mojigato, cosa que puede acarrearle las críticas de su familia y sus amigos. A veces monta en cólera, perdiendo su habitual mansedumbre. Sin embargo, son esporádicos y breves (sin que esto quiera decir que no son, terribles) , pudiendo llegar a ser peligrosos y muy violentos.
 
Es testarudo y obstinado, no le gusta fracasar en sus proyectos. Como es fuerte, pobre del que se interponga en su camino y lo contraríe. En tal caso, no tendrá compasión de nadie ni de nada.

Su carácter es introvertido, si bien sabe ser elocuente cuando es necesario. No le gustan las novedades que perturban su vida tranquila y plácida. Por eso no le gusta el arte moderno; prefiere lo antiguo, lo ya cimentado por los años. Pero si la novedad es buena, le complace. Es autoritario y le gusta imponer su voluntad, aunque suele lograrlo más por tozudez y paciencia que por mandato imperativo.

La familia desempeña un gran papel en su vida, aun en el sentido más amplio. Y cuando el Buey es mujer siempre cocina bien y viste mejor, de acuerdo con las circunstancias.

El Buey es trabajador y le da prosperidad a los suyos por su gran rendimiento en toda clase de labores que emprenda. Como es trabajador por naturaleza, puede ejercer una profesión independiente, por ejemplo: ocuparse de una propiedad que le pertenezca. Su habilidad manual es grande, lo mismo que su inteligencia, lenta pero segura. Está particularmente bien dotado para la agricultura. Evitará las relaciones públicas así como las empresas comerciales.

A veces, no es comprendido perfectamente por quienes le rodean, aunque ama por encima de todo a sus hijos y a su familia en general. Sin embargo, a todos ellos les exige una ciega obediencia, educando a sus hijos de manera ruda y ejerciendo su autoridad despóticamente, llevado por el convencimiento de que el jefe siempre tiene razón. No obstante, puede sacrificarse hasta el límite por todos los suyos.

Respecto al amor no lo toma en serio, considerándolo algo fútil y vanal. Puede consagrarse a su pareja, siendo con ella tierno y aun sensual, pero no es un ser romántico ni sentimental.

El Buey pisa el suelo y nunca se remonta a las alturas. Desprecia las caricias melosas y los problemas pasionales. No es celoso ni comprende los celos en los demás. En cambio, sí es celoso con sus derechos y prerrogativas como esposo y padre, o bien como jefe del hogar. Así, no comprenderá ni tampoco perdonaría jamás una infidelidad conyugal. Por su parte, siempre es fiel, bondadoso y no ve en ello el menor mérito.

La infancia y la adolescencia no muestran hitos notables. Mas en la etapa de maduración como persona tendrá dificultades conyugales, a causa de su carácter, que es incapaz de modificar. La esposa o esposo, según sea el caso, puede engañarle, en busca de unas gotas de romanticismo, del que carece el Buey.

En la tercera edad se enfrentará con graves problemas, que si logra solucionar le asegurarán una vejez tranquila. El Buey que ha nacido en invierno es más dichoso que si ha nacido en época veraniega, en cuyo caso jamás conocerá el reposo, debiendo trabajar denodadamente durante el año entero.

Es un ser amable en su placidez, pero voluntarioso y obstinado, sobre todo cuando cree tener razón, aunque esté equivocado, cosa que es muy difícil lograr que entienda.

Conservador y tradicionalista, su lealtad e indudable honestidad sumado a su lúcida inteligencia, lo hacen atractivo a muchas parejas que buscan el viejo cliché de la seguridad. Para llegar al éxito, desdeña la aventura y prefiere lo que es firme; le gusta el trabajo metódico, gradual y seguro, sin mucha fantasía y donde se cobre quince y treinta sin muchas angustias. Se mantiene alejado de todas aquellas ideas que le parecen imprecisas o demasiado innovadoras, porque su sentido de la realidad le dice que tiene que ver directo a la tierra, y por supuesto deja las nubes para otros románticos. Desconfiado y un poco sombrío, en ocasiones se muestra tosco, colocando a los demás en dificultades y aún más cuando se trata de hacerse su compañero de trabajo o su amigo. Detesta a los confianzudos y trata de dejarlo en claro de buenas a primeras, ya que es una persona de pocas palabras (es decir, es muy preciso).
 
Si bien es callado, puede llegar a ser un buen orador si se ve en la necesidad, pero ama la soledad y nunca lo verás en el centro de los reflectores. Al Buey le gusta que lo dejen en paz, a su propio ritmo. No permite que le digan qué hacer o qué decir, por lo cual suele tener serias dificultades en conservar una pareja permanente. No es sentimental de ninguna manera, por lo que sigue el camino de la razón y no del corazón. No lo compran los halagos ni los cumplidos, pero sabrá ser buen amante y entregado por completo si cree que el compromiso es definitivo. Tiende a elegir a alguien que no sea demasiado independiente, porque su necesidad de dominar y de tener tranquilidad deben quedar a salvo de cualquier perturbación. Fiel por naturaleza y dotado de un gran sentido de responsabilidad, nunca dejará que le falte nada a su familia, ni siquiera a costa de grandes sacrificios. Su familia es lo principal y nada se interpondrá entre su autoridad y ella.

Necesitado de cariño, jamás lo mendigará. Esperará que le comprendan y que le consuelen sin pedirlo. Pleno de vigor y energía querrá reinar, y halará con su yunta a todos los que ama.


 

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