domingo, 15 de abril de 2018

EL SIGNO LIBRA EN EL AMOR Y EN EL SEXO

 
Para Libra, decidir es muy importante, porque será de su elección de donde sacará un buen éxito en la próxima cosecha.
 
Este carácter extremadamente selectivo se refleja en la naturaleza de los Libra, que, aparentemente muy dulces, cordiales, gentiles y bien dispuestos hacia el prójimo, son extremadamente duros, rigurosos y racionales cuando se trata de elecciones que tengan que ver con algo importante de sí mismos.
 
Es un signo de aire, aire tibio y otoñal, y se realiza con la necesidad de contactos humanos con el mundo que lo rodea.
 
Venus es el planeta guía de Libra, que, sin embargo, en este signo aéreo pierde buena parte de la materialidad y de la sensualidad que tiene un Tauro, infundiendo en los nativos el deseo de dar afecto, de vivir en armonía con los demás. Esto le proporciona compañeros deseables y agradables, dotados de diplomacia, gracia, tacto y buen gusto.
 
Los Libra no son nada agresivos, aunque logran ser muy duros y poner en su sitio a quien se atraviesa en su camino o en las cosas en que creen.
 
Tienen un mundo increíblemente rico, y su verdadera fuerza no manifestada consiste en una filosofía de vida casi oriental, que les hace sentirse fuertes y vencedores, capaces y creativos, pues están en armonía con las leyes cósmicas universales y en sintonía con los principios del Ser.
 



Sensibles y vulnerables, los Libra son siempre sociables y abiertos a cualquier upo de diálogo. Su éxito en el amor es siempre indiscutible, pero para ellos el mundo afectivo es importantísimo y el nacimiento de una relación amorosa, por muy breve y fugaz que pueda ser, es siempre algo maravilloso, que les hace sentirse vivos, vitales y estimulantes.
 
Saturno impone racionalidad, juicio, selectividad, sabiduría. Venus regala a los Libra el amor, el sentido estético, el gusto por el arte; corresponde a estos nativos conciliar en el dulce oscilar de su belleza del binomio: amor y sabiduría.
 
El tema principal de la vida de Libra, signo de Venus celeste, es el amor, entendido como necesidad de completarse a través del otro. Los Libra, por su naturaleza intrínseca, son suaves criaturas, llenas de contradicciones; su mirada atrae y repele al mismo tiempo. Su manera de hacer es muy mutable; impulsos de espontaneidad alegre y de abandono se alternan con momentos de seriedad, reflexión, temor y refugio en sí mismo.
 
Los Libra están siempre entre dos opiniones contrastantes, y al final se vuelven polémicos por sutilidades y pelean por cuestiones de principios.
 
Cuando asumen comportamientos rígidos fuerzan su verdadera naturaleza, no se sienten a gusto, y siempre están dispuestos a ver sus posiciones de una forma razonable; de todos modos se alegran de que se les ofrezca una escapatoria que les permita llegar a la paz y conciliar las dos partes, con respeto de su opinión.


 
Como compañeros amorosos los Libra son realmente ideales: amables, deseables y agradables; el único riesgo que se corre es el de verlos esfumarse antes o después, perderlos de vista.
 
Gentiles, tiernos, afectuosos, simpáticos, hermosos, llenos de fascinación y dotados de buen gusto, amorosos, deliciosos, todos los adjetivos más armoniosos y dulces pertenecen por derecho natural a los nativos de Libra.
 
Su mente ágil, solicitada en el plano mental por todo aquello que es hermoso, artístico, seductor, estéticamente perfecto, estimula a amigos y parientes, proponiendo ideas y creando hermosos y armoniosos pensamientos, envueltos en una lógica racional instintiva, lineal y rarificada.
 
Los Libra se sienten unidos al mundo por los ligámenes de afecto, simpatía, ternura y cordialidad que logran suscitar en los demás, ganándose el corazón del ser amado porque están dispuestos a dar el suyo propio, creando a su alrededor aquella atmósfera de armonía y de afectividad fluida de la que tienen necesidad para poder ser ellos mismos.
 
El signo de Libra tiene el Sol en caída y ello significa que la fuerza solar luminosa, vital y expansiva, está en declive, por lo que la capacidad de entusiasmo y de ardor son rarificadas. Todo ello les lleva, por lo tanto, a mantener relaciones bastante superficiales.
 
Tienen, necesidad de un compañero que les comprenda a fondo, sin por ello permitirse analizar demasiado las contradicciones inevitables de su carácter, pues los Libra odian que se sepa el secreto de su verdadero ser. Deberá también aceptar siempre con amor los malhumores inexplicables y los días negros, a los que seguirán momentos felices y serenos igualmente injustificables.
 
Debe, además, dejársele libre en su inclinación a los hobbies, los intereses, los conocimientos artísticos, los recibimientos, las fiestas, y todos los contactos humanos amables y a veces superficiales de los que tienen necesidades para sentirse vivos.
 
Necesitados de seguridades continuas, su compañero deberá poder darles todas las certezas que desean tener, no criticarlos casi nunca, y si lo hace, hacerlo muy dulcemente, si no, caerían en la depresión, autodestruyéndose, y no los encontrarías más.

Sexualmente un rasgo romántico y confortable es absolutamente necesario para los Libra a fin de poder desarrollar el amor físico: muy estimulados por todo aquello que es verbal, adoran la música, la historia romántica y erótica, las cenas íntimas a la luz de la Luna, las fantasías sexuales, los perfumes, los aceites, los inciensos, siempre que sean de buena calidad.
 
Quieren ser cortejados, amados, cuidados, persuadidos y admirados totalmente de una forma muy refinada y no demasiado vistosa y grosera, cosa que realmente les molestaría creándoles una reacción de escepticismo. Sobre todo son atraídos por compañeros educados, galantes, elegantes, limpios, bien vestidos y a la moda, con los cabellos bien peinados, la sonrisa a flor de piel, que empleen hermosas y fluidas palabras y tengan una técnica amorosa muy refinada.
 
El libra tiene una fuerte necesidad de exteriorizarse a través de otra persona a la que se sienta atado y con la cual pueda compartir ideas, intenciones, ideales, sueños, días y noches.
 
Todo ello ofrece el riesgo de convertirse en una búsqueda a veces maníaca de la forma bella, que se manifiesta, en el mejor de los casos, separando cosas y personas de los contenidos válidos y más verdaderos.
 
Para quien sabe comprenderlo, es un compañero maravilloso, fascinante, inteligente, divertido, gentil, simpático, estimulante y dotado de un humor sutil. La Venus de Libra añade profundidad a su naturaleza emotiva y matices de sensibilidad a su personalidad. Lo cardinal del signo, sin embargo, se explica en el hecho de que desea mandar o guiar, y de que, de una manera o de otra, lo logra.
 
 
 

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