viernes, 13 de abril de 2018

EL SIGNO TAURO EN EL AMOR Y EN EL SEXO


El planeta que guía a Tauro es Venus, que en astrología ha señalado también otro importante signo: Libra.
 
En Tauro, Venus es la diosa del amor, tiene un significado de fertilidad, de amor como elemento de fecundación universal. Es la diosa de la belleza, y entre los romanos tenía el rol de protectora del amor sexual como expresión de la vitalidad y la exuberancia.
 
Los nativos de este signo, generalmente, desean gozar de la forma más simple y aprovechar las ocasiones de felicidad que les ofrece la vida. Una vida dura, sin comodidad, mortifica su capacidad.
 
La naturaleza de estos nativos es reflexiva, capaz de ponderación y concentración, y están dotados de un sólido equilibrio interior. Tiene gran capacidad de trabajo y de resistencia física y psíquica frente a las dificultades.
 
Los planetas Venus y Júpiter sugieren un gran amor, casi una profunda comunión con la naturaleza. Dan gran importancia a los valores familiares y tradicionales. Ven la continuidad de la vida a través de la procreación; de ahí el deseo de estabilidad y seguridad como garantía para el futuro de los hijos.
 
Los Tauros son, en general, metódicos, pacientes, tenaces, cautos en las amistades y en las novedades, escasamente ocupado en cuestiones de orgullo y de prestigio personal.
 

Son, sin embargo, muy fijos en los objetivos personales por la voluntad de realizaciones concretas, por los efectos y por el deseo de seguridad y de bienestar material proporcionado por Júpiter que está en exaltación en el signo. Tauro vive las experiencias del presente mirándola a través del filtro de las pasadas, y en amor sus historias sentimentales hacen mella en él, que lleva sus huellas durante largo tiempo.

Los momentos vividos le dejan la huella de las emociones, que marcan un surco en la profundidad de su ser, que siempre piensa, reflexiona y medita el pasado. Permanece durante largo tiempo expuesto a los golpes de una turbación, al efecto de un dolor o de una ofensa.
 
En el amor es constante y fiel, sometido a las costumbres, ligado al orden casi invariable de sus días. Tauro tiene, pues, la capacidad de seguir una dirección bien determinada, de cumplir una empresa con una energía sostenida; le gusta sentirse sano, instintivo, en contacto directo con la naturaleza y en sintonía con la armonía universal.
 
Se enamora lentamente, casi sin darse cuenta, pero el amor es importantísimo para este signo gobernado por Venus, que asume el rol de una diosa carnal, fecunda y terrestre. Es por tanto, la personificación del amor mismo, del sentimiento, la afectuosidad, la ternura, la dulzura y el afecto.
 
Su naturaleza voluptuosa, al mismo tiempo tierna y pasional, le inclina hacia los amores profundos. Los dos polos complementarios, el sentimiento y el deseo carnal, están fundidos en él.


 
Cuando se da cuenta de que está tremendamente enamorado, se deja llevar por la pasión que ha tomado su ser a causa de las sensaciones que le ofrece la persona amada: una vez que se ha tomado su corazón, uno puede estar seguro de que no se volverá atrás. Vivirá hasta el fondo su historia amorosa, sea feliz o no.
 
Es sensible a todas las sensaciones: a la atracción física, al perfume, a la voz, a las miradas, a la actitud del amado. Su profunda necesidad es la de pertenecer completamente al ser amado, y con este propósito se recuerda que, como signo de tierra, está dotado de esa receptividad magnética que atrae la energía, que Tauro desea absorber para saturarse de ella. Al mismo tiempo, no obstante, desea poseer al otro como si fuese un bien personal, una propiedad vigilada, incluso de una forma celosa.
 
Tiene necesidad de notables gratificaciones afectivas y sexuales: ávido de dulzura, ternura y sensualidad, es romántico, soñador y propenso a recordar los momentos sentimentales transcurridos.
 
Otro límite de este signo es su forma de vivir dionisíacamente la espiritualidad, que no lo logra concretar en términos de abstracta pureza, sino que permanece siempre en una tensión confusa hacia el infinito, en la que no logra liberarse de la materia.
 
Una actitud vitalista e instintiva caracteriza al nativo, tanto en las relaciones con las cosas superiores como con las inferiores. Tauro es voluptuoso y orgiástico, tierno, carnal, pasional, observa el placer en todas sus formas.
 
De carácter fácil, acomodaticio, tiene necesidad de una sólida base sobre la que construir un punto de partida real o afectivo, una casa tangible o un apoyo espiritual.
 
Es ávido de experiencias sensoriales y, enseguida, la vista, el olfato y el tacto son en él muy acentuados. El sentido del gusto tiene una importancia especial, porque el nativo tiene una oralidad desarrolladísima, le gusta comer bien, platos gustosos y sabrosos, y disfruta con la buena mesa.
 
Le gusta hablar, trazar historias con ricas pinceladas de palabras que logran evocar escenas y personajes de una forma elocuente y descriptiva.
 
Es atraído por los placeres simples, como el buen sexo y la buena compañía; le gusta su propio ambiente, y recibir a los amigos y parientes en su casa.
 
No le gustan las aventuras sentimentales, se mantiene alejado de las exploraciones arriesgadas y se contenta con experiencias cotidianas, pero que no tengan en sí elementos de tensión, sintiendo repulsión por todo lo que le parezca poco natural.
 
Tal vez te imagines al típico nativo de Tauro como práctico y callado, tan sensato y a ras de tierra como un par de zapatos viejos. Es verdad; así es. Quizás observes también que es lento para pasar a la acción, deliberado y cuidadoso. También es cierto. Y de todo ello deduces que, lógicamente, no es muy romántico. Decididamente falso.
 
La lógica no sirve de mucho cuando estás tratando de resolver el enigma de un símbolo fuerte y masculino como el toro, regido por un planeta amoroso y pacífico como Venus. El toro puede tardar mucho tiempo en decidir si te quiere. No será él quien se arroje con un salto olímpico a la piscina del romance, para descubrir cuando ya no está en el trampolín que alguien se olvidó de llenarla de agua. Pero una vez que haya llegado a la decisión de que eres tú, y una vez que su mira sea conquistarse, hará que el enamorado de Libra parezca un aficionado.
 
Tu sensato, lento, práctico y decidido Tauro es capaz de enviarte todos los días una rosa roja hasta que te rindas a su asedio... para casarte, o para lo que fuere. Como enamorado, Tauro es tierno, suave y protector. Su naturaleza sensual le hará sensible a tus perfumes exóticos, a la tersura de tu piel y a la suavidad de tu pelo.
 
Este signo terrestre, fijo y negativo, está lleno de contradicciones en amor. La música removerá sus emociones y lo pondrá en el estado de ánimo más favorable al amor. Es casi seguro que tiene una canción favorita que le hace acordarse de ti cada vez que la oye.
 
El toro no es un soñador desaforado como Acuario. Tauro no te levantará en el aire como haría Leo, ni te prometerá llevarte en una nube rosada a vivir con él en un castillo, durante toda la eternidad y un día como Aries. Pero Tauro planea cuidadosamente para el mañana.
 
Tauro es sumamente paciente, pero no se dejará poner un anillo en la nariz. Tampoco le gusta sentirse ahogado por una enredadera. El toro es demasiado práctico y ama demasiado su libertad, para estar bien con alguien que se le pegue como un sello y dé un grito cuando se le cae un pañuelo.
 
Le gustan los estudios de mercado, y es raro que se meta atropelladamente en un galanteo serio. Es posible que la chica a quien invita al cine todos los sábados por la noche, desde hace un año, se pregunte intrigada cuándo irá la cosa en serio. Tauro necesita tiempo para que en su caldera se forme el vapor suficiente y la máquina funcione a toda velocidad.
 
A Tauro le gusta la buena cocina casera, a la antigua con muchas salsas como la que solía hacer mamá. Cómprate un buen libro de cocina, aunque él también estará dispuesto a llevarte con frecuencia a cenar a fuera.
 
Tauro impondrá elevadas normas a sus hijos y esperará que sepan respetar la propiedad y las posesiones. Es paciente, a quien no le importará que los niños sean lentos para aprender las lecciones, con tal que las aprendan bien. Está convencido de que a las mentes jóvenes hay que llevarlas lentamente hasta la madurez.
 
Tal vez encuentras que pone demasiado el acento en las cosas materiales, y que cubre a los niños de regalos caros, que ellos no saben valorar. Pero también los cubrirá con su tiempo y su dedicación, y cuando sea necesaria no faltará su mano firme para la disciplina.
 
Compra una buena manta, peluda y esponjosa (Tauro adora las cosas que son suaves al tacto), arrópalo con ella cuando se siente en un sillón y léele la información de la Bolsa. Procura que no le falte su baño caliente con sales perfumadas y mucho jabón de su fragancia preferida.
 
Fuerte y dulce te protegerá de todas las tormentas. Satisfacción, se llama a eso.



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