sábado, 10 de septiembre de 2016

EL PLANETA JÚPITER


El reinado sobre los planetas se atribuía al dios caldeo Marduk, cuya descripción, hecha en la quinta tablilla de La epopeya de la Creación, dice asi:
 
«El construyó las residencias de los grandes dioses. Fijó las estrellas que están hechas a su imagen y hasta los "Lumasi". Calculo el año y designó los signos del Zodiaco.
 
Atribuyó tres estrellas a cada uno de los doce meses. Después de definir por signos los días del año, determinó la posición de Nibiru, para que cada uno tuviera su lugar y ninguno se adelantara ni retrasara.
 
Puso a su lado a Enlil y a Ea. Abrió puertas a cada lado y levanto solidos muros a izquierda y derecha. Puso las "alturas" en el vientre de Ea e hizo resplandecer la nueva Luna a la que confió la noche. Hizo de el (la Luna era masculino) un ser de la noche, a fin de que los días estén fijados.»
 
El astrologo ingles Rupert Gleadow nos dice en su obra Les Origines du Zodiaque quien era exactamente el dios Marduk:

«Cuando Babilonia se convirtió en soberana de todas las ciudades babilónicas, hubo que elevar a Marduk, divinidad local y hasta entonces menor, al rango de dios superior. Los escribas babilonios imaginaron entonces una prueba decisiva que le permitiera revelarse: esta fue la aparición de un monstruo, Tiamat, que representaba al mar áspero y salado, en contraste con las dulces aguas de Ea.
 
Tiamat, por razones puramente gramaticales, era un monstruo femenino a la vista del cual el propio Anu, su creador, echo a correr. Marduk se avino a luchar contra Tiamat con la condición de ser reconocido como uno de los dioses superiores.
 
Después de superar la prueba preliminar que consistía en destruir y volver a crear una vestidura que le dieron sus examinadores, Marduk partió en dos cuerpo de Tiamat, una de las mitades se convirtió  en el Cielo y la otra en la Tierra.
 
Marduk era un dios violento, bastante agresivo, que poseía numerosas de las características de Nergal que advertimos también en Marte. Además, su asimilación con Zeus-Júpiter eliminó parte del simbolismo caldeo asociado a este planeta.
 
Personalmente, en mis intentos de interpretación astrológica, me siento inclinado a restituir este carácter agresivo a los jupiterianos, pues he podido comprobar que existe casi en todos ellos.
 
Para Tolomeo, como hemos visto, Júpiter es el planeta benéfico por excelencia. A el atribuye la generación de los vientos fertilizantes de la Tierra.
 
El simbolismo astrológico de Júpiter es de expansi6n, dilatación y orden. El jupiteriano es una fuerza de la Naturaleza, repleto de seguridad y jovialidad (palabra derivada de Júpiter a través de la voz latina Jovis).
 
El jupiteriano es liberal, muy burgués, satisfecho y afortunado.
 
En un horóscopo, Júpiter simboliza el éxito y los honores que reporta.
 
Profesiones: político, actor, magistrado, eclesiástico, empresario.

 

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