martes, 24 de julio de 2018

CARACTERÍSTICAS DEL SIGNO DE CAPRICORNIO


No se trata de una cabra, como suele creerse, sino de un animal fabuloso, cuya parte anterior es, sí, la de una cabra, pero la posterior está encerrada en una concha marina del género de las caracolas. Semejantes monstruos, como el hombre-cangrejo, se encuentran con frecuencia en la cosmogonía babilónica.
 
Sin embargo, ningún mito griego ha podido adaptarse a este signo zodiacal. Los mitólogos salieron del paso atribuyéndolo al dios Pan, de frente cornuda, célebre por haber utilizado una caracola para sembrar el «pánico» entre los Titanes.
 
De todos modos, en el terreno mitológico no cabe duda sobre la identidad de la protectora del signo, que no es otra que la diosa Vesta. Vesta (en griego, Hestia), fue uno de los seis hijos de la pareja formada por Saturno y Rea. Era, por tanto, hermana de Ceres, de Juno, de Júpiter, Neptuno y Plutón. Vesta fue a la vez la primogénita y la benjamina de sus hermanos, Recordemos que Saturno se tragó a todos sus hijos y luego fue devolviéndolos uno a uno. Vesta, que fue la primera en ser engullida, no salió de nuevo a la luz del día, sino en último lugar. De esta condición particular, obtuvo de Júpiter ciertos privilegios con gran facilidad. Así pudo rechazar a Neptuno que la pidió en matrimonio y después a Apolo. Consiguió, incluso antes que Palas Atenea y Diana, el derecho a permanecer virgen y sustraerse al poder de Venus de suscitar en dioses y mortales las pasiones más violentas.
 


Cierto día, el dios Príapo trató de abusar de ella mientras la diosa dormía; pero el rebuzno de un asno la despertó y pudo rechazar el asalto del dios fálico.
 
Júpiter le concedió el privilegio de tener un lugar consagrado en cada hogar, donde tradicionalmente recibía el primer sacrificio. En Roma se encargaban de su culto las vestales, que hacían voto de castidad y tenían la misión de mantener el fuego del hogar, bajo pena de muerte.

Esto es, poco más o menos, lo que se sabe de esta diosa, que no es mucho y no permite ver con claridad el alcance de su influencia en el simbolismo astrológico del signo de Capricornio.

Es signo de Tierra, femenino, cardinal y rige las rodillas y los huesos. Su dueño es Saturno y ahora veremos que su simbolismo se ajusta mucho más al carácter del señor del tiempo que al de su hija Vesta.
 
El nacido bajo el signo de Capricornio es reservado, frío, austero y da la impresión de haber nacido «viejo». Generalmente, en su juventud es de condición enfermiza, lo que no impedirá terminar su vida a edad muy avanzada. Su temperamento es reumático y artrítico.


 
Es un personaje solitario, introvertido, animado de una ambición fría y perseverante, lento, desconfiado, avaro, frío y sin piedad para con las debilidades ajenas.
 
Es también un espíritu científico, inclinado al estudio y a la investigación, dotado de grandes cualidades analíticas, de un alto poder de abstracción y gran capacidad de trabajo.
 
Al conjugarse en él la perseverancia y la ambición, el nacido bajo el signo de Capricornio asciende en la jerarquía social lenta pero implacablemente.
 
Los amores suelen ser adversos y se le niega la posteridad; pero sus satisfacciones son más bien de orden intelectual. De no ser un científico, suele buscar el poder político. Como veremos más adelante en el estudio de los planetas, la mayor parte de los rasgos del signo de Capricornio que aquí se mencionan se derivan directamente de su dueño, Saturno. Sin embargo, Vesta parece haberle dado su reserva, su voluntad feroz y su aversión a la procreación.

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