miércoles, 28 de marzo de 2018

CARACTERÍSTICAS DEL SIGNO DE CÁNCER


Es difícil hallar relación entre la mitología babilónica y la figura del cangrejo. El nombre babilonio significa «el malo» o «el rebelde», nada más. Por el contrario, los griegos pronto se hicieron con una leyenda para justificar esta atribución zodiacal.

En los pantanos del Herna, Hércules fue mordido en un pie por un cangrejo de agua dulce, el cual, por esta hazaña, fue divinizado y transportado al Olimpo por Juno, enemiga del semidiós. Esto explica la creación del dúo Apolo-Hércules en el signo de Géminis, en el que se pone a Hércules para justificar la presencia de Cáncer en el signo siguiente.

Según otra explicación, en esta época del año el Sol llega al trópico y empieza a caminar hacia atrás como los cangrejos, lo cual hace patente el símbolo.
 
En el terreno mitológico, Manilio es tajante al escribir:
 
«Vos, Mercurio, presidís en Cáncer.»
 
Por tanto, es la historia de este dios la que ahora veremos. Mercurio (o Hermes) era hijo de Júpiter y de una mujer llamada Maya, hija a su vez del gigante Atlas. Nació en forma de bebé, movió a Juno a la compasión, a pesar de que ésta solía mostrarse celosa de los hijos naturales de su divino esposo. Cuando Juno fue a dar el pecho al pequeño Mercurio, según nos cuenta la leyenda, la leche brotó en tal abundancia que formó la Vía Láctea.

De niño, Mercurio fue un mangante y se apropió de todos los objetos de los otros dioses, el tridente de Neptuno, el cetro de Júpiter, el cinturón de Venus y hasta las herramientas de su hermanastro Vulcano. Cuando se hizo mayor, mostrábase en extremo vigilante y nunca dormía. Por su rapidez en la carrera, fue nombrado mensajero de los dioses. Él fue quien condujo a Palas, Venus y Juno al lugar donde debía celebrarse el juicio de Paris e impuso a éste de su función.
 
Pero sus rapiñas y engaños irritaron a los otros dioses, que lo expulsaron del Olimpo. Por ello vivió durante mucho tiempo entre los hombres, a los que enseñó las artes, la música y el comercio, así como la elocuencia y la filosofía.
 
Como sus hermanos, tuvo numerosas aventuras amorosas y muchos hijos, tanto con diosas (ya hemos visto que Venus tuvo a Eros) como con mortales.
 
El origen de su caduceo puede hallarse en un mito en el que aparece en riña con su hermano Apolo cuando ambos estaban en el exilio. Mercurio había robado a Apolo una manada de bueyes y, para sustraerse a la venganza de éste, se llevó su arco y sus flechas. Con el propósito de apaciguar a su hermano, Mercurio le regaló una lira, y Apolo, en correspondencia, le entregó una vara de oro dotada de propiedades medicinales. Cuando estaba probándola, Mercurio vio en el suelo dos serpientes entrelazadas y arrojó la vara entre las dos. Las serpientes se enroscaron en ella, uniéndose tan estrechamente que no fue posible separarlas. Ésta es la leyenda del caduceo, símbolo a un tiempo de concordia y de virtudes curativas.

Veamos ahora el significado astrológico del signo de Cáncer. «Cáncer, situado en el ardiente círculo del verano, al que el Sol, en su regreso hacia su punto más alto, envuelve con su fuego, está como en la cima del mundo desde donde nos manda la más viva luz. Firme en sus designios y sin dejarse penetrar fácilmente, inspira diversos medios y abre distintos caminos para enriquecerse (...).
 
"Los de este signo recorren los mares y, aspirando a un pronto vencimiento, venden el tiempo de manera que puedan doblar pronto el capital con intereses de usura. Tienen el espíritu sutil y ardiente para sus propios intereses", escribe Manilio en su Astronomicon. Esta definición que el poeta latino hace de Cáncer no concuerda con las apreciaciones de los astrólogos.

Actualmente se considera a Cáncer signo femenino, de Agua, cardinal, rector del estómago. Los nacidos bajo este signo son inconstantes, amigos de la novedad y de los grandes viajes por mar, amantes de la familia y de la procreación. Son muy emotivos y versátiles; aunque tímidos, pueden tornarse bruscamente valerosos; y, aun siendo perezosos, pueden desarrollar de improviso gran actividad. Son propensos al ensueño, al sentimentalismo y a las tradiciones familiares y patrióticas. El agua les fascina y gustan de las profesiones que implican contacto con el público. Marino o poeta; así se considera hoy al nacido, y no usurero, como escribía Marco Manilio. Es evidente que esta descripción no se ajusta a la influencia de Mercurio, protector del signo, sino de un modo bastante inexacto y que hay que ver en ella la influencia de la Luna, que ha suplantado al dios del casco alado en el dominio del signo.
 
No se advierte cuál pueda ser la relación entre la fecundidad que tradicionalmente se atribuye al signo y su símbolo, el cangrejo. Aunque Manilio escribe que «la fecundidad es una propiedad del cangrejo», no es éste el único animal que posee tal atributo.
 
Marcelle Sénard, en su obra Le Zodiaque, propone una explicación etimológica interesante:
 
«Cáncer viene de cancer, cancri, cangrejo en latín, karkinos en griego y karkata, coraza, en sánscrito. La coraza es la cubierta protectora en cuyo interior actúa la energía (conciencia en proceso de germinación o gestación), envoltura que puede ser la del grano, la del huevo, la matriz humana o el cuerpo físico en cuyo interior se produce la evolución del hombre o, en el plano colectivo, toda institución protectora, familia o corporación social o religiosa a cuyo amparo se desarrolla la vida comunitaria.»

 
 
 
 
 

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