sábado, 10 de noviembre de 2018

LA ASTROLOGÍA Y LA SOCIEDAD DE CONSUMO


La expansión de la Astrología en este siglo está en deuda con los medios de comunicación en general y tiene un sitio muy importante dentro del consumismo. El mercado a todos los niveles está invadido de incontables objetos de la más variada utilidad —o inutilidad— en los cuales los símbolos zodiacales configuran su estética: desde un simple llavero o un pañuelo con el signo zodiacal hasta la decoración de un barómetro de pared. Todo el mundo sabe, aunque nunca se haya preocupado de la Astrología, que un cangrejo simboliza el signo de Cáncer y dos peces a Piscis. Y por supuesto un consumidor del signo Piscis no escogerá un llavero con el dibujo de un cangrejo.

Muchos locales comerciales muestran en su ornamentación figuras zodiacales o están decorados con dibujos del mismo tipo. Y todo este bombardeo a los sentidos propicia la asimilación inconsciente.



Abrir un periódico o una revista es encontrarse con el pronóstico diario o semanal a nivel astrológico. A final o principios de año las revistas dedican muchas páginas a las predicciones del nuevo año y en todos los kioscos, librerías e internet, abundan los libros dedicados a cada uno de los signos del Zodíaco, se venden discos con la explicación de cada signo y cuando se entrevista a algún personaje popular se le pregunta a qué signo del Zodíaco pertenece. En la televisión se hacen programas sobre Astrología y presentan a los más destacados astrólogos; en las emisiones radiofónicas, otro tanto.

Cualquier revista ofrece los servicios profesionales de los astrólogos; (en Estados Unidos se calcula que sobrepasan los 15000 y atienden a la más variada clientela) con toda una gama de tarifas, según el alcance del horóscopo que pretenda el cliente; entre los consultantes hay desde adolescentes hasta políticos y cualquier empresa grande consulta sus perspectivas financieras con un astrólogo; el nacimiento de una empresa o sociedad se considera como el nacimiento de una persona, por lo tanto posee su particular carta natal... y hasta se utilizan los horóscopos para vaticinar el resultado de un encuentro de fútbol. Lo más curioso de todo es que actualmente la Astrología se vale de los ordenadores para abreviar los tediosos cálculos.

En resumen, hay toda una variada gama de horóscopos, desde los personales, concernientes a un solo individuo, hasta los dirigidos a prever los cataclismos naturales o nacionales: a muchos astrólogos no cogió de sorpresa la catástrofe de Managua, Guatemala, o el asesinato del presidente Kennedy. Otros vaticinaron un feliz futuro a España bajo el reinado de Juan Carlos I, dado que el rey es nativo de Capricornio: la monarquía, la conservación de los valores, la prudencia, el orden.

La Astrología podrá tener sus caídas o aciertos, —téngase en cuenta que en la interpretación de los horóscopos interviene el componente humano— pero quizás su encanto resida en su propia ambigüedad. Es innegable su riqueza de recursos en cuanto a la explicación de los diversos caracteres humanos.
 
Un Aries nunca será idéntico a otro Aries porque en el momento exacto, en el minuto justo del nacimiento, ya los planetas habían cambiado su posición y por tanto sus influencias. No obstante ambos nativos tendrán características muy comunes, aquellas que los distinguirán con un mismo "aire de familia"; pero no serán semejantes a los nacidos en otro signo, Libra, por ejemplo, aunque el llamado Ascendente o la concurrencia de ciertos planetas pueda hacer similares, en algún detalle caracterológico, al nativo de Aries y al de Libra.

Pero eso vamos a verlo en la práctica: incursionemos en el mundo de los astros.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario