martes, 17 de abril de 2018

EL SIGNO CAPRICORNIO EN EL AMOR Y EN EL SEXO


Los nativos de Capricornio aparecen reservados y cerrados, más concentrados en el mantenimiento del status que en metas fantasiosas y llenas de inventiva.

Tienden a realizaciones materiales y concretas, que requieren la tenacidad, la perseverancia y la resistencia de las que están ampliamente dotados.

Poco amantes de los riesgos, tienen una naturaleza fundamentalmente conservadora, y sus características más acentuadas son la disciplina, la perseverancia, la reflexión y el autocontrol.

Muy a menudo ambiciosos, saben escoger muy frecuentemente el momento apropiado para llevar a cabo sus propósitos y triunfar, y no se desaniman con facilidad.


Concretos y lúcidos en su juicios, tienen un gran sentido de la realidad, que en algunos casos puede constituir un límite para la fantasía y la imaginación.

También en amor este signo es el más capaz de realizar conquistas difíciles, de una forma laboriosa y tenaz. Como carácter, Capricornio no es de los más dulces y amables, no sólo porque tiene el domicilio del grave y austero Saturno, sino porque tiene el exilio de la luna y de Venus, protectores del amor.

En realidad no es que no tengan corazón, sino que además tienen otras metas, por ejemplo, querer alcanzar el éxito.

Impasibles, no dejan traslucir impresiones a través de su rostro, por el hecho de que intentan controlar continuamente su emotividad, no permitiendo jamás la exteriorización de los sentimientos. Son muy sobrios, y rechazan cualquier comportamiento teatral que atraiga a los demás y que aumente la fascinación o la carga de magnetismo personal.

No les gusta hablar demasiado de sí mismos, y todavía menos concentrar la atención en otra persona. Ya sea por falta de fantasía, de espontaneidad o sinceridad, incluso de calor humano, no se conforma jamás con quienes no pueden poner a prueba sus ventajas y desventajas.

Se imponen combatir sus instintos y pasiones, para dominarse a sí mismos y no padecer sufrimientos ni dolor, reprimiendo así su naturaleza afectiva. Raramente se dejan influenciar por la ebriedad amorosa y se protegen constantemente contra cualquier abandono o desilusión.

Los nativos de este signo tienen una cauta sensibilidad detrás de su aparente calma. Hay en ellos una disyuntiva entre dar y amar con todo su ser, pero tienen tormentas en su corazón y una fuerza invisible que les impele a confiar a pesar de todo.

A veces su intenso deseo de amar, está equilibrado con su intenso miedo a sufrir. En algunas oportunidades pasan de la inhibición al frenesí total, de la indiferencia a los celos, de la renuncia al libertinaje más completo, del pudor al erotismo más desenfrenado.

Tienen necesidad de un compañero que no se haga de rogar y que sepa leer más allá de sus sonrisas y extraños cumplidos. La efectividad y los deseos que siempre esconden son ardientes, no te dejes engañar por su naturaleza impasible.

Los Capricornio, antes de amar, tienen necesidad de entender que el otro posee realmente su corazón y que va en serio. Odian emplear el tiempo en tonterías y en cosas frívolas, que consideran como una pérdida de tiempo: una relación basada en estos pilares no entra en su lógica.

Elaboran sus sentimientos, rechazan dejarse dominar y es necesario actuar de manera que la pasión que se desarrolla en ellos encuentre el camino para manifestarse con gentileza, afecto. paciencia y ternura.


Sexualmente muy entendidos, son sin embargo, cautos en dejarse llevar por las circunstancias. Si, no obstante, vencen su natural retención a través de demostraciones de interés y de amor, son entonces, muy apasionados y pueden expresar sus profundos sentimientos, liberando aquellas emociones que siempre tienen bajo control.

Siempre presentes en sí mismos, severamente críticos, difícilmente poéticos, son desde el punto de vista erótico vitales, hábiles y maestros en la técnica (para algo debe servirles su perfeccionismo), por lo que si logras comprenderlos se convierten en óptimos amantes.


 

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